Es uno de los más prominentes escritores de la generación del 50. Nació en Barcelona el 8 de enero de 1933, como Juan Faneca Roca. Al morir su madre en el parto, fue adoptado casi de inmediato por el matrimonio Marsé, de quién tomó su apellido. A los trece años fue que aparecieron sus primeros relatos en la revista «Ínsula”, obteniendo el premio Sésamo de cuentos en 1959. Su carrera no dejaría los triunfos y los lectores hasta su muerte, incluso ganando el Cervantes en el 2009.
La gran desilusión
Una visión muy personal e inolvidable de dos apasionantes décadas: los treinta y los cuarenta. Juan Marsé revisita tanto personajes, como aspectos emblemáticos de las letras, los deportes, el cine y el devenir político de aquel momento a través de imágenes originales de la época. Un libro inclasificable que escribió Juan Marsé en los años setenta. Prologado y revisitado pro su propio autor hoy, este libro tan delicioso como inclasificable es fruto de un proyecto del todo singular realizado en los años setenta, y supone un acontecimiento editorial de primer orden, ya que es la primera vez que se encuentra en librerías. El resultado de tal aventura es sorprendente porque sumergió a Marsé en los paisajes, ritmos y atmósferas que le ayudarían de manera decisiva a escribir Si te dicen que caí , su novela más arduamente trabajada, más compleja de estructura y más densa de vivencias personales.
Colección particular
Todo autor de amplio recorrido guarda ciertas palabras, frases, historias que definen su mundo narrativo, la manera en que ha mirado la vida y ha habitado el lenguaje. Quizá algunos no se animen a elegir, otros traten de guardarlo todo y unos cuantos tengan la tentación de olvidar el pasado, pero Juan Marsé es hombre de memoria prodigiosa y espléndido criterio.Aquí está su Colección particular de nueve piezas especialmente revisadas para esta edición y prologadas por Ignacio Echevarría, unos relatos que han marcado el viaje del gran escritor a lo largo de los años, empezando por «Historias de detectives» y llegando hasta «Noticias felices en aviones de papel», sin olvidar el legendario «Teniente Bravo» o un cuento tan juguetón como «La liga roja en el muslo moreno».A este destilado de narraciones le siguen unas piezas periodísticas donde vamos a rastrear lugares y personajes que luego iban a aparecer en sus novelas más importantes. Y finalmente, un texto inédito que cierra el volumen y abre nuevas puertas a la lectura de un maestro.
Si te dicen que caí
Es una de las obras más personales de su autor, pues, según el propio Marsé, al escribirla sólo pensaba en los anónimos vecinos de un barrio pobre que ya no existe en Barcelona, en los furiosos muchachos de la postguerra que compartieron con él las calles leprosas y los juegos atroces, el miedo, el hambre y el frío, en su propia infancia y adolescencia. La novela está compuesta por voces diversas, contrapuestas y hasta contradictorias, voces que rondan la impostura y el equívoco, que tejen y destejen una espesa trama de signos y referencias y un ambiguo sistema de ecos y resonancias.
Ronda del Guinardó
En la antesala del infierno, un viejo inspector de policía con la memoria sembrada de cadáveres decide emprender la que acaso sea su última ronda. Debe acompañar a una adolescente al depósito de un hospital para que reconozca en unos despojos humanos al delincuente que la violó dos años atrás. Su peregrinaje por las calles de Barcelona a lo largo de una tarde de posguerra -muy lejos, en otros ámbitos, resuenan los últimos estertores de la Segunda Guerra Mundial- se convertirá en un paulatino descenso al corazón de las tinieblas. Los círculos sucesivos del atormentado trayecto nos muestran una población saciada de podredumbre que, a pesar de su náusea, deja entrever la posibilidad de redención. La ronda del inspector a través del caos y la decrepitud, entreverada con los recuerdos que surgen desde los oscuros sótanos de su mente, se convierte en el viaje del ser humano hacia los límites de su propia residencia al horror.
Esa puta tan distinguida
En la cabina de un cine de barrio, una prostituta es asesinada a sangre fría. Pero el misterio no está en el quién ni en el cómo, sino en el por qué. Y ni el propio asesino recuerda el motivo.La nueva novela de Juan Marsé. Es una tarde de enero de 1949 y Carol se acerca caminando con desgana al cine Delicias. Lleva tacón alto, medias negras y una gabardina a medio abrochar. La platea está abarrotada: en los carteles se anuncia la reposición de Gilda, y hay cola para disfrutar de ese cuerpo de mujer hecho de curvas y sonrisas, pero a Carol eso poco le importa. En vez de sumarse al público, sube a la cabina de proyección. Allí la espera Fermín Sicart, el encargado, que a cambio de unas monedas y una triste merienda, va a disfrutar de sus encantos.
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