Cómo se ve desde lo lejos
Creado por H.P. Lovecraft, el horror cósmico ha dejado infinidad de libros. Recientemente ha tenido una especie de boom en las redes sociales, convirtiendo en una especie de ídolo pop a Cthulhu y a su creador, el oriundo de Nueva Inglaterra. Sin embargo, el horro cósmico tiene precursores y continuadores.
Por dónde empezar… El gran dios Pan, de Arthur Machen
El Dr. Raymond decide someter a un experimento a la joven Mary, quien, pese a quedar idiota, trae a este mundo la visión de un mundo escondido para la mayoría de los mortales, donde reina el Gran Dios Pan. No solo eso, sino que sabemos que las fuerzas del mal quieren llevarnos hasta donde está él y hacernos vivir bajo su mando. La idea de un mundo secreto, donde reina un dios primordial, más allá del maniqueísmo judeo-cristiano, es sin duda precursor de lo que podríamos ya llamar horro cósmico. Esta es la primera novela de Arthur Machen, que lo mismo le trajo legiones de lectores que el repudio social al ser considerada como una novela depravada.
Con qué continuar… La Niebla, de Stephen King
En el tranquilo Bridgton, Maine, y luego de una gran tormenta eléctrica, que incluso tiró un árbol en la propiedad de David Drayton, se levantan con la novedad que una niebla se acerca al pueblo. Drayton va al supermercado para comprar refacciones para su motosierra y así quitar el árbol caído. Ahí se dará cuenta que la niebla no es algo natural y que la gente del ejército tiene algo que ver. Si bien, King nunca se ha confesado abiertamente lector de Lovecraft, siempre pone de relieve a los autores de la costa oeste, en este libro se revela como un gran cultivador del horro cósmico. Aquí hace una afortunada mezcla de historia de supervivencia con monstruos provenientes de una dimensión terrible.
Qué conocer después… Extraños eones, de Emilio Bueso.
Esta es la historia de un plan para arrasar el mundo, de una llave de plata escondida en una tumba de Barcelona, de un viaje en coche hacia los límites de la cordura y de cinco miserables, con edades que van de los 8 a los 16 años, que intentarán frustrar los designios del primer motor del caos, de la antítesis de la creación, del necio sultán de los demonios, del que roe, gime y babea en el centro del vacío final. Esta novela plantea una audaz vuelta de tuerca al núcleo de los Mitos de Cthulhu. Con el lenguaje duro y el pulso vibrante al que nos tiene acostumbrados, con una descripción de las miserias del Cairo y un humor negro que muchas veces asoma, se supera en una historia perversa que demuestra por qué se ha convertido en el autor llamado a revolucionar la literatura de terror española.
No se te vaya a ocurrir comenzar con… Thomas Ligotti, Noctuario
El terror de Ligotti no es el actual, el de monstruos e historias con finales rotundos, lo suyo se cocina a fuego lento, a través de numerosos pasajes que nos traslada a mundos sombríos, paisajes decadentes, hurgando en lo más profundo de nuestra mente, para dejarnos con una sensación de incomodidad y desesperanza. La escritura de Ligotti es tan minuciosa y cuidada como tenebroso y sutil es el hálito que las anima, nos introducen en un universo ominoso y desquiciado, poblado de sueños malsanos, de muñecas siniestras y extraños artilugios, de mentes hipersensibles y enfermizas. Por todo esto, es mejor iniciar con otros autores, para irnos preparando para el que es considerado el “mayor secreto guardado de la literatura de terror actual”.
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