Muchas veces los músicos van más allá de la sola creación de canciones y deciden incursionar en la escritura. Algunos de ellos tienen una vocación muy clara con la escritura y la lectura. Otros han iniciado primero con la literatura y posteriormente saltaron a la música. Aquí hay un grupo de ellos que han brindado obras interesantes en ambos campos.
El hermano alemán, de Chico Buarque
El protagonista de este libro es un trasunto de Chico Buarque, aunque aquí se llama Ciccio. En su casa acumula muchos libros, entre encuentra una inquietante carta fechada en Berlín el 21 de diciembre de 1931. Al leerla descubre que su padre tuvo un hijo con una tal Anne Ernst, un padre duro y ausente. Pero no será hasta años más tarde cuando sienta la necesidad de saber lo que ocurrió con ese medio hermano. Es entonces cuando empieza una búsqueda que le llevará toda una vida. Chico Buarque reconstruye, entrelazando realidad y ficción, a partir de la memoria biográfica y la historia familiar, una historia sobre un hermano que pudo no haber existido.
Los Amos, Apuntes sobre las visiones, de Jim Morrison
En este libro de poemas, firmado como James Douglas Morrison, el cantante y letrista de la banda de culto The Doors, plasma muchas de sus obsesiones literarias: Nietzsche, Huxley, Baudelaire y Rimbaud, entre otras muchas, además del cine. Materia que estudio en la UCLA. El poemario tuvo un tiraje pequeño, se podía conseguir en lagunas librerías y en los conciertos de la banda. Leugo de este libro publicaría The New Creatures (Las nuevas criaturas) y An american prayer (Una plegaria americana). Libros cuya complejidad puede traducirse como filosofía, ensayos sociológicos o manifiestos conceptuales. Como poeta, su labor es la autoproclamada herencia de vidente de Rimbaud: Si algo quiero alcanzar en mi poesía, es liberar a la gente de las limitadas formas en que miran y sienten. Tras las oscuras circunstancias de su muerte, la leyenda de Morrison sigue entre nosotros, con enorme carga de exceso y sabiduría.
Los desesperados, de Joselo Rangel
Los Desesperados podrían ser la próxima leyenda del rock mexicano, todo lo que necesitan es un poco de suerte y que el asteroide que se dirige hacia la Tierra no impacte en ella. Entre fiestas, conciertos, decepciones amorosas, cultos apocalípticos y avistamientos de ovnis, la banda descubrirá que lo más difícil no es alcanzar la fama, sino mantenerse unida. En su travesía para convertirse en el mejor grupo del universo, Los Desesperados se cruzarán con un singular desfile de personajes: un obsesivo fan, un roadie con una extraña maldición, una maestra de yoga que cautiva a todo aquel que la ve y una versión miniatura de un Principito que se parece a Cerati. La primera novela de Joselo Rangel retrata el mundo del rock de la forma en que sólo el guitarrista de Café Tacvba podría hacerlo: con irreverencia, sentido del humor y, sobre todo, una potente narrativa con gran ritmo.
Diarios de bicicleta, de David Byrne
David Byrne siempre ha sido un músico muy interesado en muchos temas, en entender otras culturas, en ver de otras maneras la vida, por lo que en sus giras, además de cumplir con sus compromiso, decide caminar o montar en bicicleta. El detonante de este libro lo describe en el prólogo: En aquellos tiempos, mi vida estaba más o menos restringida al centro de Manhatan —el East Village y el SoHo— y enseguida me di cuenta de que la bicicleta era una forma fácil de hacer recados durante el día o de trasladarme de manera eficiente a bares, galerías de arte o locales nocturnos, sin tener que buscar un taxi o la parada de metro más cercana. Ya sé que uno no piensa normalmente en que salir de copas y montar en bicicleta sean cosas compatibles, pero hay muchas cosas que ver y oír en Nueva York, y descubrí que moverme de un sitio a otro en bicicleta era sorprendentemente rápido y eficaz.
La Llama, de Leonard Cohen
Este libro contiene poemas, canciones y notas personales inéditas con prólogo de su hijo Adam. La razón de la aparición de este volumen es compendiar en un solo todo muchas d elas obsesiones del cantante y poeta canadiense. Concebida por el propio Cohen como un elocuente adiós a este mundo, esta recopilación póstuma de su obra tanto inédita como publicada es una generosa muestra del sinuoso periplo y la amplia variedad de registros y voces de un poeta y cantante absolutamente singular. Lírico y filosófico a un tiempo, feroz y corrosivo por momentos, este volumen incluye nuevos poemas sobre la guerra, el arrepentimiento y la amistad, como el conocido homenaje a Enrique Morente; las letras de las canciones de sus cuatro álbumes más recientes; fragmentos escogidos de los numerosos cuadernos que guardó con celo desde la adolescencia hasta el día final; y, entreverada en el texto, una emocionante y sorprendente serie de autorretratos y otros dibujos.
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