Desde que las urbes se volvieron lugares en donde el trabajo, la recreación y la alimentación eran más fácil de resolver que en el campo, la gente emigró hacia ellas. Esta migración las convirtió en espacios con vida propia. La primera gran ciudad sin duda fue Londres, y le siguieron París y Nueva York. Por derecho propio se hicieron un personajes más de algunas novelas. No sería hasta la llegada de Manhattan Transfer, de John Dos Passos, que la ciudad sería el personaje principal. Te dejamos aquí una lista de cinco novelas donde la urbe es la protagonista.
La colmena, Camilo José Cela
La novela refleja la sórdida vida cotidiana del Madrid de la guerra, llenando de decenas de personajes, casi 300, las páginas de este esfuerzo coral. El tiempo se superpone, sucede en sólo dos días, en diciembre, poco antes de que termine la Segunda Guerra. Los escenarios son cafés, pensiones, hoteles, prostíbulos y calles, donde los madrileños pasean, comen, viven. El libro reflejaba todo lo que el régimen franquista quería ocultar, la miseria, la pobreza, la marginación, razón por la cual Cela sufrió represalias del gobierno. Esta novela fue una especie de fresco de una España que se asomaba al mundo luego de una cruenta guerra intestina.
El juguete rabioso, de Roberto Artl
En esta novela criminal, el argentino Roberto Arlt dibuja con poderosa habilidad las vivencias de un joven y humilde soñador llamado Silvio Astier, y su iniciación a la vida a través de los barrios bajos de Buenos Aires. La ciudad de ese entonces era esplendorosa y una de las más ricas del mundo, sin embargo, sus bajos fondos, perfectamente descritos por Arlt, revelan su oscuridad. El libro llevaba el nombre de La vida puerca, pero su editor lo convenció de cambiarlo por un título más poético. La novela es muy autobiográfica, lo que la convierte en una suerte de guía negra por esas calles donde transcurría su vida.
El rey de la Habana, de Pedro Juan Gutiérrez
Ésta es la historia de un joven adolescente lanzado a las calles de La Habana en los años noventa. Una novela basada en hechos reales, escrita crudamente, sin aderezo ni adornos, en la mejor tradición del realismo sucio. Este rey sin corona, debe sobrevivir cada día armado solo con su ingenio, frente a un mundo lleno de carencias, de violencias y que parece desmoronarse a cada paso. En esta novela la Habana no es la misma que Pedro Juan describe en otras de sus novelas, aquí se revela como un sitio decadente y a la espera de caer.
Ciudad en llamas, de Garth Risk Hallberg
Un tiroteo en Central Park durante la Nochevieja de 1976 será el detonante que emplazará a los personajes de esta extraordinaria novela sobre el tablero de una ciudad que, al verano siguiente, colapsará durante el famoso apagón de 1977. Una novela donde varios personajes se mueven en esa Nueva York convulsa y violenta de los años setenta, mostrando las diversas capas, clases sociales y deseos que se entretejen entre edificios, cantinas, sótanos, hoteles y calles. A ratos épica, a ratos mundana, no deja sin afectar a ningún lector.
La región más transparente del aire, de Carlos Fuentes
Intenso relato multitudinario donde dialogan los vivos y los muertos, creando y recreando la vida de México desde su capital, a mediados del siglo XX. Presente, pasado y un difuso anhelo de futuro forcejean, se empalman, se amalgaman. La Ciudad de México es un actor más: con zonas miserables , con los más diversos oficios presentes en cada barrio (otro aspecto que será progresivamente erosionado) y escenas que pronto se desvanecerán, como el cielo azul, las avenidas palaciegas, los tranvías, el verde valle, la imagen de rebaños arreados por indígenas, el tránsito escaso en ciertas vialidades, las rutas de autobuses que enlistaban barrios, los llanos de los alrededores…
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