Hace unos días, el colectivo Libros B4Tipos propuso hacer un maratón de lectura que iniciaría el pasado 12 de diciembre y terminaría el 6 de enero. La idea básica consiste en leer, en estas fechas, cuando menos un libro escrito por mujeres, y al cual denominaron el Maratón Guadalupe-Reinas. Aunque hay reglas muy precisas, que puedes leer en su página de Facebook, lo principal es acercarse a las obras hechas por mujeres. Acá te dejamos cinco libros recientes que bien valen la pena incluir en este reto.
Todos deberíamos ser feministas de Chimamanda Ngozi Adichie
Este pequeño libro es la puesta en papel del discurso que brindó la autora nigeriana en su TEDx Talk, sobre lo que significa ser feminista en el siglo XXI. Ngozi Adichie ya se había posicionado como una gran escritora luego de la publicación de su libro Americanah, pero sería con este breve volumen que mostraría un discurso social directo y claro. El libro, mitad anecdótico, mitad reflexivo, nos muestra las maneras en que las mujeres son invisibilizadas y violentadas, para acabar mostrando como los hombres también son arrastrados por ese mismo mal.
Antología de Elena Garro
Garro incursionó en muchos géneros literarios, la dramaturgia, la novela, el cuento, y en cada una de ellas hizo pequeñas obras maestras que seducían lo mismo a lectores que a críticos. Su obra se vio opacada por razones políticas y culturales, pero sigue siendo una voz original y fuerte. Le gustaba retomar temas como la infancia y la inocencia, la violencia social y política y los vínculos mujer-hombre en una sociedad y un país dominados por la injusticia, la discriminación y las pautas del dominio patriarcal. Esta es una antología que muestra buena parte de su trabajo.
Carol de Patricia Highsmith
Un día, una elegante mujer entra a un centro comercial a comprar, ahí se encuentra a Therese, una joven escenógrafa que trabaja accidentalmente como dependienta. Carol, se llama la elegante y sofisticada mujer, recientemente divorciada, que entra a comprar una muñeca para su hija y cambia para siempre el curso de la vida de la joven vendedora, ya que ambas se enamorarán. Esta novela de Patricia Highsmith publicada bajo el Claire Morgan, luego de varios rechazos editoriales, es una rareza dentro de bibliografía y dentro de las letras americanas, ya que habla en plenos años cincuenta del siglo pasado, de una relación lésbico que, para sorpresa de todos, acaba bien.
El libro vacío de Josefina Vicens
José García tiene 56 años y una vida “normal” junto a su esposa y sus dos. Trabaja en una oficina como contador y por las noches, luego de 20 años de evitarlo, empieza a escribir en un cuaderno. Lo que escribe es su vida, así que vamos descubriendo «penurias pequeñoburguesas que en otras manos hubiera conducido al melodrama y aun a la comicidad involuntaria». En este libro, Vicens hace un alegato sobre las cosas mínimas, sobre la cotidianidad, pero también sobre el hecho de crear en la literatura, sus implicaciones y la forma en que vida y literatura se entrelazan.
Basura de Sylvia Aguilar Zéleny
Esta es la historia de tres mujeres, por un lado está Alicia, una niña abandonada en el basurero municipal de Ciudad Juárez, y actual líder de esa comunidad. Por otro, Griselda, una mujer que se ha entregado a su éxito profesional, aunque actualmente pasa por problemas familiares. Finalmente está Reyna, quien es dueña del prostíbulo más diverso de su ciudad. Las vidas de estos personajes, que no tienen nada en común, habrán de cruzarse y entrecruzarse, pero nunca lo suficiente como para entender todo lo que en realidad los une. En esta novela, la escritora sonorense Sylvia Aguilar Zéleny demuestra que el destino puede ser tan sucio y arbirtrario como esa basura que se apila en un rincón de nuestras casas.