La muerte de un familiar, de una pareja, de un amigo muy cercano es algo que afecta de muchas maneras a la persona que sufre el duelo. Para apaciguar el golpe, para encontrar una manera de manejarlo los y las escritoras han buscado sublimarlo a través de la literatura. Aquí cinco libros en los que cada uno de los autores habla sobre su sufrimiento haciendo verdadera arte en el camino.
El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince
Este libro habla de Héctor Abad Gómez, médico y activista en pro de los derechos humanos, quien fue asesinado en Medellín, Colombia por paramilitares el 25 de agosto de 1987. Su hijo, de nombre homónimo, se encargará de contarnos la vida de este particular personaje: “Cristiano en religión, marxista en economía y liberal en política”. Era un hombre que luchaba por causas justas, que oía a Bach y Beethoven en su estudio, que cuando fue asesinado llevaba en el bolsillo un soneto que inicia: “Ya somos el olvido que seremos…” Este libro lo sufrió su hijo al escribirlo hasta que por fin vio la luz logrando en todos lados un éxito instantáneo.
Di su nombre de Francisco Goldman
La escritora Aura Estrada, esposa de Francisco Goldman, falleció de manera repentina en una playa de Oaxaca en el verano de 2007, dejando obra inédita y un enorme hueco en la vida de todas las personas que la conocieron. Durante mucho tiempo, mientras vivía el luto, el autor norteamericano escribió esta novela fragmentaria en la que cuenta la vida de la joven mujer, en la que lo mismo narra su relación amorosa, pero principalmente, hace un retrato de carne y hueso de una persona que sientes conocer y tener aprecio mientras avanzas en la lectura. Su vida es la vida de muchas mujeres mexicanas.
Canción de tumba de Julián Herbert
Este libro narra la precaria vida de Guadalupe Chávez, prostituta y madre del autor del libro, quien espera paciente la muerte ya que está enferma de leucemia. Mientras está en el hospital con su progenitora, el autor, comienza a recordar su vida al lado de ella, una existencia de pobreza y marginación, que en manos de cualquier otro podría ser un descenso a la porno miseria, pero que en la pluma de Herbert se vuelve un recorrido por la vida de gente que nunca ha sido retratada en la literatura mexicana. Con momentos líricos importantes, este libro no deja indiferente a nadie.
También esto pasará de Milena Busquets
En su infancia, para ayudarla a superar la muerte de su padre, su madre le dijo: “El dolor y la pena pasarán, como pasan la euforia y la felicidad”. Tiempo después, la madre muere y es ahí donde arranca la historia. Esta novela de Milena Busquets desborda vitalidad, a pesar de comenzar con un entierro y girar alrededor de una pérdida. La manera en que el personaje principal va viviendo su duelo, la forma en que es narrado, sus reflexiones, sus recuerdos de la infancia, las vivencias con la madre, todo configura un lienzo de recuerdos que permiten entender cómo aquella niña, ya grande, entiende que todo pasará.
El cerebro de mi hermano de Rafael Pérez Gay
El hermano mayor de Rafael Pérez Gay sufre de una enfermedad degenerativa y al mismo tiempo mortal. Triste por la decaída de él decide narrarnos su día a día de esos días aciagos, los recuerdos de él con su hermano, sus discusiones y afinidades El cerebro de mi hermano es un relato de la evolución de un padecimiento degenerativo en el seno de una familia. Recuerdos, emociones, temores y expectativas, el singular proceso de adaptación a lo impensable, el dolor de atestiguar la extinción de un ser querido, pero también la historia compartida, los años, los lugares, las pasiones conjuntas, la apertura a la conciencia del propio final, el ajuste de cuentas inexorable con lo vivido.