Nuestro país ha sido uno de esos destinos que están siempre en la mira de los exploradores y viajeros del mundo. Lo mismo ha sido visitado por poetas en estado de éxtasis como Antonin Artaud, que enigmáticos personajes como B. Traven, de quien nunca sabremos su verdadero nombre y su origen. A estos viajeros se han sumado un grupo de personas que han desentrañado muchas de las culturas que pueblan nuestro país. Extranjeros que, deslumbrados por la cultura que conocieron, han dado su vida para entenderla.
Este tema fue propuesto por Wiktoria Anilom.
Frederick Catherwood

El dibujante, arquitecto y arqueólogo británico, Frederick Catherwood, nacido en el siglo XVIII, fue un hombre que amó muchos las culturas antiguas. Con gran habilidad para el dibujo, muy pronto comenzó a reproducir la arquitectura y la escultura de grecia e Italia, para continuar con la árabe. Sería a invitación de John L. Stephens, quien en 1839 le propuso un viaje a la zona de Yucatán y Centroamérica, que vendría a nuestro país. Ambos caballeros, en esa incursión, gestaron el libro Incidentes del viaje por Centroamérica, Chiapas y Yucatán. Luego de reponerse del paludismo, ambos regresaron poco tiempo después para continuar con sus investigaciones. Catehrwood estimó que el muralismo maya había de considerarse superior al romano de Pompeya y Herculano. Gracias a sus dibujos comenzó el deseo por conocer cada vez más sobre la cultura maya.
Victor Wolfgang von Hagen
El norteamericano Víctor Wolfgang von Hagen, de ascendencia holandesa, fue historiador arqueológico, antropólogo y cronista. Viajaba siempre acompañado de su esposa. Fue una especie de Indiana Jones real, que no temía hacer exploración de campo durante periodos prologados de tiempo. Las diversas fotografías que tomó, además de las filmaciones que realizaba fueron parte importante de las diversas investigaciones que se iniciaron sobre la cultura maya e inca. Las que sacó en el periodo de 1936 a 1938, están resguardadas en el National Museum of the American Indian Archives.
John Lloyd Stephens
Abogado, diplomático, pero principalmente viajero, el norteamericano John Lloyd Stephens recorrió en sus andanzas buena parte de Oriente Medio y sus ciudades legendarias, como Petra. Igual que muchos otros occidentales, viajo a Egipto, recorrió el Nilo, exploró las principales pirámides y remató en Grecia y Roma. Stephens iba a dedicar los siguientes años de su vida al descubrimiento de la cultura y la civilización maya, escribiendo importantes obras sobre sus expediciones. Stephens se enamoraría de gran manera de esta cultura que incluso pondría en riesgo su propia vida por descubrir ciudades abandonadas junto a su amigo Frederick Catherwood.
Álvar Núñez Cabeza de Vaca
Fue miembro de la fracasada expedición de Pánfilo de Narváez a la Florida en 1527, experiencia que lo marcaría de por vida. De clase acomodada, era nieto de Pedro de Vera, conquistador y primer gobernador de la isla de Gran Canaria, se embarcó a “hacer las Américas” junto a su esclavo marroquí Estebánico. Al llegar a Florida, tuvieron que desembarcar y ahí comenzó su verdadero tormento. Núñez fue uno de los pocos sobrevivientes a la gran travesía hecha a pie, que fue de la, bahía de Tampa, el delta del Mississippi, Galveston, Texas, el Paso, de Coahuila, Chihuahua y Sonora, hasta que fueron rescatados después de varios años, en Culiacán, Sinaloa. Todo su periplo fue narrado en su libro Naufragios y comentarios.
Alexander von Humboldt
Fue un naturalista y explorador alemán, apasionado por la botánica, la geología y la mineralogía. Por esta pasión decidió embarcarse rumbo a las colonias españolas de América del Sur y Centroamérica. Acompañado por el botánico francés Aimé Bonpland, recorrió gran parte del continente americano recolectando y clasificando la variedad de fauna y flora. Entre 1804 y 1827 se estableció en París, donde se dedicó a la recopilación, ordenación y publicación del material recogido en su expedición, contenido todo él en treinta volúmenes que llevan por título Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente. El trabajo de Von Humboldt fue de radical importancia para desarrollar todo el conocimiento científico del continente.