La novela gótica es esa tipo de narrativa que se alimentó del romanticismo y que se contraponía al racionalismo. Tomaba muy en cuenta los sucesos históricos y tomaba como escenarios las construcciones dañadas por el tiempo. Así, se desarrollaba en castillos viejos, en monasterios, abadías y casonas perdidas en los bosques o montañas. Siempre había esa sensación de misterio y suspenso, además de contar con alguna profecía o maldición que se cernía sobre los habitantes. El sexo era también una parte muy importante de las tramas. Aquí citamos cinco de las obras que te gustaría leer.
Manuscrito encontrado en Zaragoza de Jan Potocki
Un oficial de las tropas napoleónicas, el noble caballero Alfonso Van Worden, viaja a Madrid para ponerse al servicio del Rey de España, debido a esto atraviesa la Sierra Morena. Será en ese sitio donde se topará con un misterio laberíntico en el que se embarcará en una aventura sin precedentes encontrando alquimistas, astrólogos y cabalistas, poseídos, demonios, bandidos, gitanos, anacoretas, bandidos, almas en pena y adictos a la Cábala. Contemporáneo de Mrs. Radcliffe y E.T.A. Hoffmann, el conde Jan Potocki nació en 1761 en el castillo de Pikow, Polonia y fue un hombre ilustrado hasta la erudición, demócrata, progresista, etnógrafo, viajero empedernido y aventurero.
El Monje de Matthew G. Lewis
Ambrosio es un monje español, quien es tentado por el demonio bajo la apariencia de la doncella Matilde. Esta novela, escrita bajo seudónimo, por las mortales repercusiones que tendría debido a la censura de la época, atenta contra las supersticiones de la Iglesia, hace referencias a la Biblia, emplea palabras inmorales y el personaje del monje, Ambrosio, se vuelve loco por el sexo, por lo que fue tachada y condenada por impía, libertina, atea y corrompida. Hoy, a más de 200 años de su publicación sigue causando sensación entre los lectores que se acercan a ella. H. P. Lovecraft, la considera «una obra maestra de verdadera pesadilla cuyos elementos generales de corte gótico están condimentados con un cúmulo de rasgos macabros».
La vuelta de tuerca de Henry James.
Una institutriz acude al cuidado de dos niños en una anciana mansión victoriana. Lo que en principio parece un trabajo sencillo se convertirá en una pesadilla. Los niños viven impactados por un pasado inmediato en el que la anterior institutriz, la señorita Jessel, y Peter Quint, el criado y ayudante de cámara del patrón (el tío de los niños), mantenían una turbia relación. Esta novela está considerada como la historia de fantasmas, en donde, otra vez, la sexualidad soterrada produce demonios y sueños aterradores. James no sabía que estaba escribiendo un clásico.
El castillo de los Cárpatos de Julio Verne
Dos hombres, un osado guardabosques y un médico muy poco valiente, se aventuran a explorar un castillo en la parte más perdida de Transilvania que, a decir de los aldeanos, se encuentra maldito. Por otro lado, un conde valaco escucha como la voz de su amante muerta, la cantante de ópera Stilla, se escucha por ahí. Publicada cinco años que Drácula, ambas novelas comparten situaciones y obsesiones similares: románticos vampiros, Transilvania y el enfrentamiento de mística y tradición frente a lógica y ciencia. Esta obra es recordada por ser la única de corte fantástico que escribiera el cientificista Julio Verne.
La maldición de Hill House de Shirley Jackson
El doctor en Filosofía y antropólogo, John Montague, estudia “las perturbaciones psíquicas” que se manifiestan en las “casas encantadas”. Montague alquila una y busca ayudantes dispuestos a pasar una temporada en ella. El experimento acabará muy mal. Decir que Shirley Jackson era un peculiar personaje, practicaba brujería, sufría algunos desordenes mentales y cais no daba entrevistas. Sin embargo, ella aportó a la literatura tres cosas muy importantes, ahora, perte integrante del terror actual: el protagonismo a las mujeres, el horror proviene del miedo al otro y tal vez lo más importante, actualizó los supuesto góticos. El castillo fue cambiado por casonas viejas cerca de las ciudades y las aldeas por colonias.