Como un gran cineasta al cual se le negó el premio Oscar durante mucho tiempo, pese a que tiene una consistente e influyente obra cinematográfica. Scorsese nació en el barrio de Queens, lo cual marcó su visión como artista, ya que convivió con todos los inmigrantes italianos, que como sus padres, sicilianos de origen, pasaron penurias y persecuciones. La ciudad de Nueva York ha sido casi siempre el leitmotiv de sus filmes, poblados de gansters, estafadores, y demás lumpen.
Por dónde empezar… Buenos muchachos
Henry Hill es un gánster que para salvarse ha tenido que contar todos sus secretos. Su relato inicia con sus pininos como ladrón y que lo llevaría acabar convertido en todo un capo. La cinta es interesante por muchas razones; una de ellas es que muestra la decadencia de la antigua Mafia, que se dedicaba al juego, el robo y el fraude, en contraposición al crecimiento del narcotráfico. También muestra de manera clara los usos y costumbres de la criminalidad. Pero lo más importante, es que Scorsese se muestra en toda su plenitud como cineasta, exigiendo lo mejor de sus actores, creando diálogos memorables, utilizando la música para marcar momentos y pautas, además de proponer secuencias arriesgadas, años antes del arribo de Tarantino.
Con qué continuar… Cabo de miedo
Max Cady es un criminal que acaba de salir de la cárcel. Mientras estaba internando descubrió que su ex abogado, Sam Bowden, había boicoteado su liberación y ahora va a buscar venganza. Scorsese realiza en esta película de presupuesto medio, (casi todo el dinero se fue en salarios), como un gran homenaje al cine negro de los años 40. Y es que esta peculiar historia de venganza recae en los hombros de actores y actrices tan probados como Robert De Niro, Nick Nolte, Jessica Lange, una deslumbrante Juliette Lewis, y las apariciones de los grandes actores del pasado como Gregory Peck, Martin Balsam y desde luego, el enorme Robert Mitchum. Cabo de miedo es un mecanismo de relojería tan eficaz, música, vueltas de tuerca, atrevimientos sexuales, giros de cámara, que te mantiene pegado a tu asiento hasta que termina.
Qué conocer después… Taxi driver
Travis Bickle es un ex marine que vive feliz su locura en una Nueva York previa a Rudolph Giuliani, en la que los cines pornográficos y la prostitución campean a sus anchas. Travis se consigue un empleo de taxista y ahí es donde su enfermedad oculta estalla. Se obsesiona con una joven prostituta, con Charles Palantine, un candidato a la presidencia y con una mujer joven que está en la campaña de este. Scorsese muestra en el viaje interno de este hombre a esa ciudad que parece devorarse a todos. La música de Bernard Herrmann acentúa la fatalidad de lo narrado. Esta cinta es sin duda, una de las mayores obras del director.
No se te vaya a ocurrir comenzar con… Shutter Island
En 1954, dos agentes federales son comisionados a enviados una institución mental confinada en una isla, con el fin de buscar a Rachel Solando. Ella era una paciente psicótica que simplemente desapareció. Scorsese de vez en vez escapa de sus temas principales, la criminalidad, la ciudad de Nueva york, los italoamericanos, y se dedica a filmar lo mismo un drama bíblico (La última tentación de Cristo), uno budista (Kundun) o dirigir documentales de músicos de rock, como George Harrison, Bob Dylan o The Band, o como en este ocasión, filmar un thriller con un narrador no fiable. Una vez que Scorsese acaba su relación de alter ego con Robert DeNiro, inicia una con Leonardo DiCaprio. El actor se brindará al máximo en esta historia oscura, a medio camino entre una cinta policiaca y una de terror. Sin duda, Scorsese está al mando, pero no se muestra en pleno control.
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