Es un lugar común decir que una vida es una novela y muchas veces eso es cierto. La novela biográfica, a medio camino entre el retrato histórico y el de la ficción, es un género muy frecuentado cuando se quiere revelar la importancia de un personaje que ha trascendido a una existencia común y marcado la vida de muchos otros. Este género ha dado obras increíbles, en las que el autor va más allá del marcar los pormenores para mostrarnos la relevancia histórica del biografiado. Estos son cinco libros que se acercan a otros tantos personajes.
El francés Emmanuel Carrère toma a Limónov para recrear la vida de una buena parte del siglo XX desde los ojos no occidentales, sino a partir del bloque soviético. Lomónov, fue disidente durante la etapa comunista del régimen, vagabundo en Nueva York, donde acabó trabajando como mayordomo de un millonario, para luego irse a vivir a Francia y ahí publicar una escandalosa novela sobre sus andanzas en Estados Unidos. Limónov luego se fue a Los Balcanes y apoyó al lado serbio. cuando regresó a Rusia, fundó un partido bolchevique, que fue prohibido casi de inmediato. Limónov nos podrá parecer todo lo contradictorio que queramos y tal vez su obra literaria no vaya más allá de la media, pero el trabajo que hace Carrère para presentárnoslo nos hace ver como la vida de una persona es afectada por todos los acontecimientos sociales que la rodean. Con este libro, el francés se revela como uno de los más grandes escritores vivos.
El hombre que amaba a los perros de Leonardo Padura
Ramón Mercader es el gran magnicida de la revolución rusa, y por ende, el gran asesino del México postrevolucionario. En esta novela, sin lugar a dudas la mejor de Leonardo Padura, entrelaza a manera de relato de terceros, la vida de de Liev Davídovich Bronstein, conocido como Trotski, y la de Jacques Mornard, alias Ramón Mercader, víctima y verdugo, reunidos por la fatalidad, por la ideología, en Coyoacán. La historia narra, en clave de trepidante relato policiaco, el destierro impuesto por Stalin a Trotski en 1929 y el penoso periplo del exilio, y desde la infancia de Mercader en la Barcelona burguesa, sus amores y peripecias durante la Guerra Civil, o más adelante en Moscú y París. Las vidas de ambos se entrelazan hasta confluir en México.
Tierra roja de Pedro Ángel Palou
Lázaro Cárdenas es uno de esos hombres que es difícil contar algo sobre él, porque hay que escoger muy bien, ya que se dejarán de lado otras facetas de su persona. Palou se decanta por iniciar su relato a partir de que toma posesión en el Estadio Nacional en 1934. Mientras el mundo se convulsiona por la Segunda Guerra Mundial, Cárdenas debe enfrentar el intervencionismo norteamericano, además del «fuego amigo» de sus antiguos compañeros revolucionarios. En esta novela aparecen personajes de ficción como Filiberto García, además de otros que lo parecen, como el propio Valente Quintana. Además de Cantinflas, Pedro Infante, Agustín Lara y Diego Rivera.
Una de las novelas más célebres de la escritora y periodista mexicana, en la que retrata el paso por México de la famosa fotógrafa italiana Tina Modotti. La fotógrafa se une al grupo de artistas revolucionarios encabezados por Diego Rivera, además de Manuel Álvarez Bravo y Jean Charlot. Esta novela nace como un guión cinematográfico, que no llegó a filmarse. Como dice Carmen Pirelli: «Es un retrato une revolución y erotismo en una mujer que es, a la vez, femme fatale , amante trágica, militante artística y política fanática. La pasión caracteriza la figuración fijada por la mirada de los otros/ hombres. En la narración Modotti es el pretexto para montar un fresco de la ciudad ilustrada posrevolucionaria mexicana, que tiene como centro a los muralistas y Vasconcelos.»
Matemáticas para las hadas de Francisco Haghenbeck
Ada Augusta Byron, conocida como Lady Lovelace, nació en Londres, el 10 de diciembre de 1815. Era hija del poeta Lord Byron y de la matemática Annabella Milbanke. Cuando sus padres se separaron, ella se quedó a cargo de su madre, encargándose ésta de su crianza y educación, lo cual fue de gran beneficio ya que desde muy pequeña tuvo excelentes profesores de matemáticas, astronomía, literatura y música. F. G. Haghenbeck nos presenta el fascinante retrato de este personaje complejo, vibrante y poco conocido. Con un estilo ágil y preciso nos introduce en el mundo de una mente maravillosa, capaz de conjugar el rigor del pensamiento matemático con la creatividad mágica y poética. La novela plasma muy bien su vida tormentosa, su conflictiva relación con sus famosos padres, su relación amorosa con Charles Dickens y con el ludópata John Crosse. Todas estas historias tejen la vida de Ada Augusta Byron, condesa de Lovelace: La Encantadora de Números.
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