pistolas

La imagen del escritor está llena de estereotipos, como la de un hombre bien vestido y cultísimo. Sin embargo, estás son excepciones que confirman la regla, mujeres y hombres que han cometidos diversos crímenes sin detrimento de su habilidad narrativa.

 

Edward Bunker

Aunque acabó siendo una leyenda dentro de los estudios de filmación en Los Ángeles, donde era requerido como actor de reparto o asesor, Bunker cayó desde muy temprana edad en la correccional y posteriormente en la cárcel, debido a su carácter rebelde y al completo abandono de su familia. Pudo haber muerto encerrado de no haber sido por una máquina de escribir vieja que le regalaron y a los muchos libros que leyó cumpliendo condena por robo. Su novela, No hay bestia tan feroz, fue llevada al cine con Dustin Hoffman como actor principal. Amén de que es uno de los perros de reserva de Tarantino.

Jean Genet

Homosexual, perseguido por su preferencia sexual y por su carácter irascible, además de ser un tipo problemático. Le gustaba ser un vagabundo, un ladrón y prostituirse en las sórdidas calles parisinas. Amigo de Jean Cocteau y Jean Paul Sartre, ellos lo ayudaron muchas veces a librar la justicia francesa.  Sus libros: Diario del ladrón, Las criadas, Un cautivo enamorado y El condenado a muerte, hacían referencia su propia vida y a los bajos fondos parisinos.

William S. Burroughs

Adicto a todas las substancias conocidas, amante de las armas, racista y traficante de drogas ilegales, acabó convertido en ícono pop al final de su vida. Incluso grabó un disco con Kurt Cobain y participó en un comercial de Nike.  Su libro Yonki, una especie de autobiografía juvenil, fue un éxito de ventas a su salida. En un arranque de decidió venirse a vivir a nuestro país, donde incluso estaba en vías de nacionalizarse. En su casa de la colonia Roma, hizo una fiesta en la que él y su segunda mujer decidieron al Guillermo Tell. Burroughs mató a su esposa de un balazo. La justicia mexicana, tan laxa siempre, lo dejó ir luego de un truculento acuerdo.

Anne Perry

Conocida por escribir novela negra de corte histórico, Anne Perry ocultó durante mucho tiempo su crimen de juventud y su vida en Nueva Zelanda. Cuando era joven se llamaba Juliet Hulme y era hija de una prominente familia inglesa. Cuando tenía 13 años planeó y ejecutó con su amiga Pauline el asesinato de la madre de esta, quien deseaba separarlas ya que vivían una extraña relación de corte homosexual. El misterio de su pasado hubiera seguido oculto de no ser por la película Criaturas celestiales, de Peter Jackson, quien desencadenó la búsqueda de las dos chicas implicadas en el suceso.

José Giovanni

Escritor policiaco de origen corso, aunque de nacionalidad francesa, fue un ladrón, que durante la Segunda Guerra Mundial fue colaboracionista. En una transacción ilegal acabó matando a tres personas, asesinatos por los que fue condenado a pena de muerte. Salvado por un indulto presidencial, Giovanni decide rehacer su vida y se dedica a escribir. Su primera novela La evasión, vio la luz gracias a su abogado. Con grandes problemas de redacción, peor con imágenes fuertes y crudamente reales, fue un éxito de ventas. Acabó convertida en película dirigida por Jacques Becker. Cuando Giovanni salió de prisión acabó alternando su trabajo como escritor, con el guionista y director de cine.

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De der. a izq. Edward Bunker, Jean Genet, William S. Burroughs, Anne Perry y José Giovanni.