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Cuando se asiste a una firma de libros constatamos el amor de los lectores por sus autores favoritos, sin embargo, algunos de ellos no pudieron disfrutar las mieles del reconocimiento porque su obra no tuvo eco mientras vivieron. Esta es una pequeña lista de autores y autoras que no pudieron gozar del éxito de su obra en vida.

Stieg Larsson

El sueco Stieg Larsson fue un periodista muy reconocido por su activismo político, que en secreto escribía una serie de libros policiacos que conformaban una trilogía llamada Millenium. Uno de los dos personajes principales es en realidad un alter ego de él. El hombre llevaba una vida muy poco recomendable para su salud. Fumaba mucho, tomaba café en exceso y debido a la mala alimentación tenía sobrepeso. Cuando fue a visitar al editor que a la postre publicaría sus libros, el ascensor estaba descompuesto, así que subió corriendo por las escaleras los siete niveles del edificio, lo que al final le provocaría un infarto, muriendo si saber que sus novelas serían un éxito mundial.

Emily Dickinson

Emily Dickinson fue una prolífica poeta que publicó muy poco en vida, apenas siete u ocho poemas, que fueron modificados por los editores Thomas Wentworth Higginson y Mabel Loomis Todd, para adaptarse a la moda reinante de las rimas y a ponerle títulos. La poesía de la norteamericana es característica por prescindir de ellos. Ante este hecho, decidió seguir escribiendo sin publicar nada hasta su muerte. Una vez fallecida en 1886 su hermana pequeña Lavinia Dickinson, descubrió los más de 1800 poemas que escondía entre sus cosas. Fue hasta mucho tiempo después que su poesía comenzó a ser conocida en el mundo gracias a varias antologías, y llegó su consagración.

Howard Phillips Lovecraft

La vida del norteamericano Lovecraft fue la propia de un hombre huraño, apenas si salió de su ciudad natal, tuvo una sola pareja y vivió con sus tías ancianas hasta que ellas murieron. Sus muchos relatos fueron publicados en la revista Weird Tales, dedicada a publicar cuentos extraños, muy en boga en aquel tiempo. A pesar de esto, el nombre de Lovecraft era muy poco conocido fuera de ese círculo. La mayor parte de sus amigos eran gente que vivía en otras ciudades y con las que intercambiaba constantes cartas. Guiados por él conformaron una saga de dioses oscuros que atormentaban a la humanidad. En pocas palabras fue el creador del terror cósmico.

Nunca en vida publicó un libro; fue hasta su muerte que su más cercanos colaboradores, Robert Bloch y August Derleth quienes se dedicaron a recopilar sus cuentos y darles una coherencia narrativa. Libros como En las montañas de la locura o Dagon. Derleth fundó la editorial Arkham House, que se dedicaría a publicar los libros de su maestro y los del llamado círculo de Lovecraft. Así fue que más de 30 años después de muerto conoció el éxito.

Robert E. Howard

Otro autor de culto que publicó en Weird Tales durante la década de los 30. Amigo por carta de Lovecraft y a quién nunca conoció en vivo. Es considerado uno de los padres del subgénero conocido como “espada y brujería”, donde la época medieval está plaga de magia y brujería. Tres personajes más famosos: Conan el Bárbaro, Kull de Atlantis y Sonja la Roja, fueron adaptados al comic y al cine innumerables veces.

Pese a que sus personajes eran fuertes y temerarios, él en realidad era un hombre muy dependiente de su madre, quien estaba enferma de tuberculosis; enfermedad que la acabaría matando. Cuando ella entró en coma, Howard se sentó en la parte delantera de su auto y se pegó un tiro en la cabeza. Nunca supo del éxito de su obra, pero madre e hijo fueron enterrados el mismo día, juntos uno del otro.

Miguel de Cervantes Saavedra

Aunque ahora es considerado el máximo exponente de la lengua española Cervantes comenzó a recibir reconocimiento literario ya en el cenit de su vida. Publicó las Novelas Ejemplares en 1613, una suerte de revolución literaria para su tiempo, además de ocho comedias y ocho entremeses, que era el equivalente a escribir para la televisión o el cine, ya que eran obras sencillas que podían montarse de inmediato. Además de la segunda parte de Don Quijote. Cervantes tuvo una vida azarosa y de pobreza, fue soldado y cayó en la cárcel, al salir en libertad tuvo varios trabajos siempre mal remunerados. Cervantes vivía al día, con el dinero siempre justo. Las buenas ventas de la primera parte de El Quijote, no se vieron reflejadas en una mejoría de su vida. A su muerte, su obra comenzaría cada vez más a tomar más y más importancia, hasta acabar convirtiéndose en un ícono mundial.

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De der. a izq. Larsson, Dickinson, Lovecraft, Howard y Cervantes