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Blog de Cafebrería El Péndulo

Librería reconocida como una de las 10 más hermosas del mundo por The Guardian.

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octubre 2016

Guía de lectura para… la novela gráfica

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De der. a izq. «Contrato con Dios», «The Dark knight returns», «Pyongyang», «Maus» y «From Hell»

A grandes rasgos…

Aunque hay discrepancias, se considera que la primera novela gráfica de la historia fue Contrato con Dios del norteamericano Will Eisner, publicada en 1978. Lo que distingue a la publicación de Eisner de los cómics, es que ésta iba dirigida a un público adulto, alejándose de las tramas infantiles y juveniles que éstos privilegiaban, además de contar una historia oscura, filosófica y auto-conclusiva. Una novela gráfica, a diferencia de un recopilatorio de historias de cualquier tipo, requiere que los protagonistas crezcan. Este contraste puede ser ejemplificado con un mismo personaje: Batman. En la Saga Hush un comic– si bien el caballero oscuro está en constante peligro, sabemos que al final regresará al mismo estado del principio para iniciar otra aventura. Por el contrario, en The Dark Knight Returns de Frank Miller –una novela gráfica– esto no es así. Un anciano Batman se juega su vida y no podrá regresar al mismo punto donde comenzó.

 

Por dónde empezar: Pyongyang de Guy Delisle

El libro es la crónica la estancia del autor cuando fue invitado a Corea del norte a trabajar como supervisor de una empresa de animación. Una vez que la empresa quebró, pudo publicar sus impresiones sobre aquel tiempo, debido a que un contrato se lo impedía.

Con mucho humor y con un tanto de candidez, Delisle nos va contando el choque cultural que resulta de trabajar en el país más hermético del mundo. Cines que abren dos veces al año, una constante vigilancia, la prohibición de salir más allá de cierto punto y una ciudad que parece siempre vacía. Todo un mundo que parece ser irreal.

Si bien, muchos consideran que no es su mejor trabajo, es el que lo dio a conocer a nivel mundial. En este libro está todo su estilo, un humor socarrón, una mirada lo más cercano a la neutralidad y un dibujo sencillo, sin grandes aspavientos.

 

Con qué continuar: Maus de Art Spiegelman

Tomando su vida como base, el norteamericano Art Spiegelman decide contar la vida de su padre dentro de los campos de concentración tal cual él se lo va relatando. El resultado es un juego de historias en donde su progenitor se revela como un mal tipo, pero al mismo tiempo como una víctima de un sistema totalitario. Spiegelman va más allá al hacer un tipo de dibujo estilo infantil, en donde los nazis son gatos y los judíos ratones. Así, sin caer en el tremendismo, el autor nos revela parte de su día a día, la tacañería de su padre, de lo que sucedió una vez acabada la guerra con los supervivientes y  además, narra cómo fue haciendo la historia.

 

No se te vaya a ocurrir comenzar con… From hell de Alan Moore y Eddie Campbell

Esta novela gráfica, publicada originalmente en formato de fascículos, cuenta la historia de una conspiración en donde se ve envuelta la Corona inglesa, Jack El destripador y la policía. Moore es un revisionista de la historia de la Gran Bretaña, por eso no fue extraño que decidiera tomar una de las figuras más emblemáticas, JAck El destripador, para hacerle una novela gráfica. Con dibujo de Eddie Campbell, y neuróticos agregados al final de cada capítulo From Hell es un recorrido por la Inglaterra victoriana y por los deseos más profundos de la psique humana. Por ese grado de sordidez, por la densidad de los apartados históricos escritos por Moore, es mejor leerla cuando uno ya esté más acostumbrado con este género.

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De der. a izq. Will Eisner, Frank Miller, Art Spiegelman, Guy Delisle y Alan moore.

Cinco autores que… no ganaron el Nobel

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De der. a Izq: Tolstoi, Proust, Reyes, Kafka y Borges.

El Nobel de literatura siempre ha sido polémico, y es que la mecánica de selección es bastante opaca. Las decisiones de la Academia sueca han siempre tenido detractores y hay personajes que resuenan por haber muerto sin conocer nunca el reconocimiento de ese premio literario. A continuación les presentamos una breve lista de los nombres que muchos críticos y literatos aseguran que debieron haber ganado el Nobel.

Lev Tolstoi. Sin duda uno de los escritores rusos más trascendentales del siglo XX. En su obra, vasta y repleta de personajes memorables, buscaba mostrar que un solo hombre no lograba hacer cambios históricos, sino una variada sucesión de existencias individuales. Tolstoi, ahora se sabe, estuvo en la primera terna considerada por la Academia en 1901, sin embargo, el premio le fue otorgado al poeta francés Sully Prudhome. Tal vez su posición contra el Estado y la Iglesia fueron responsables de que, diez años después, muriera sin recibirlo.

Marcel Proust. Autor de las novelas que componen En busca del tiempo perdido, es para muchos un genio y uno de los autores más importantes del siglo XX. La Academia sueca lo contempló en una sola ocasión, pero nunca más fue incluido en la terna. Quizás su poco interés por cuestiones políticas y su posición económica privilegiada hayan sido los motivos por los cuales no fue tomado en cuenta.

Alfonso Reyes. Uno de los escritores mexicanos más influyentes en el mundo, amigo personal de Jorge Luis Borges y de Ortega y Gasset. Era un hombre universal, fue embajador, editor, narrador, poeta, ensayista y durante la primer a mitad del siglo XX un mentor para muchos escritores latinoamericanos como Octavio Paz y Adolfo Bioy Casares. Pese al trabajo de promoción que muchas organizaciones de escritores iberoamericanos hicieron a su favor, Reyes sólo fue un eterno candidato hasta su muerte en 1959.

Franz Kafka. Escudándose en la modificación de una regla para otorgar el premio Nobel Post mórtem, en 1931, la academia sueca explicó así que no podían dárselo a Franz Kafka por haber muerto antes de obtenerlo. Sin embargo, sí lo hicieron con su compatriota, el poeta Erik Karlfeldt. Kafka, escritor torturado, extraño y muy influyente en el siglo veinte, se fue de este mundo sin premios y sin saber la importancia que tomaría su obra, que no fue a la hoguera, como él pidiera en su testamento.

Jorge Luis Borges. Tal vez el fabulador por excelencia, fue un hombre que aprendió a leer primero en inglés debido a su madre, pero que manejaba con genialidad el español. Borges fue de los primeros latinoamericanos que llamaron la atención del cerrado mundo literario anglosajón. Una figura literaria que influyó en muchos autores y que nunca fue considerado seriamente para el Nobel. A su muerte, una gran cantidad de autores pusieron en duda el buen juicio de la Academia sueca.

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Guía de lectura para… la literatura de terror

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A grandes rasgos…

Si bien los relatos de terror han existido desde el principio de los tiempos, ya sea en forma de leyendas o como parábolas para asustar a los más jóvenes, es hasta el siglo XVIII que nace la novela gótica en Europa y con ella la novela que podríamos llamar de terror. Dos obras fueron nodales para este género: El castillo de Otranto de Horace Walpole (1764) y  El monje de Matthew Lewis (1796). En ellas se encuentra mucho de lo que posteriormente explotarían los autores de otras épocas: lugares tenebrosos, seres deformes, sueños, blasfemias y transgresión a las normas establecidas. Sería en el siglo XIX cuando las grandes obras llegarían: Carmilla de Sheridan Le Fanu, El corazón delator de Edgar Allan Poe, El Horla de Guy de Maupassant, Otra vuelta de tuerca de Henry James y La ventana de Saki.

Por dónde empezar:  El resplandor de Stephen King.

El resplandor es la actualización contemporánea de las casas embrujadas. No hay gran diferencia entre el Hotel Overlook y los castillos góticos de épocas anteriores. Sin embargo, la contribución de King radica en que hace un análisis bastante incisivo de la sociedad norteamericana, el alcoholismo y sus demonios. El propio autor pasaba por una gran crisis en la que consumía grandes cantidades de licor y se drogaba, como lo cuenta en su libro autobiográfico Mientras escribo. El resplandor es, así, la lucha de un hombre contra sus vicios encarnados en un hotel que quiere poseerlo para que acabe con su familia. La adaptación cinematográfica a cargo de Stanley Kubrick no fue del gusto de King y la sigue aborreciendo, sin embargo, película y libro se complementan haciéndonos ver por un lado la locura y por el otro la fuerza de las adicciones.

Con qué continuar… En las montañas de la locura de H. P. Lovecraft.

Edgar Allan Poe publicó Las aventuras de Arthur Gordon Pym en 1838. Lovecraft escribe en homenaje a Poe una continuación de ese libro llamada En las montañas de la locura, en 1936. Novela corta en donde un grupo de la universidad ficticia de Miskatonic se adentra en la Antártida buscando antiguos vestigios de vida, en donde se encontrarán con criaturas ancestrales que viven ahí desde hace eones. Esta historia ha tratado de ser adaptada al cine en repetidas ocasiones, pero parece estar maldita, ya que ha pasado por varias manos, entre ellas las de Guillermo del Toro y John Carpenter, sin llegar nunca a producción.

Esa novela se inscribe dentro de una gran saga llamada Los mitos Cthulhu, es decir un grupo de historias interconectadas a través de un libro ficticio conocido como Necronomicón. Un libro que no existe y que fue inventado por Lovecraft y un grupo de amigos que lo tomaron como su mentor. Con el tiempo Lovecraft y el universo inventado por él cobraron vida propia y muchos autores de varias latitudes han contribuido con historias propias.

No se te vaya a ocurrir comenzar con…

El Rito de Laird Barron, ya que por la complejidad de su trama y por los grandes saltos de tiempo que da muchos lectores se quedan sin entender la urdimbre fina que teje. Cada capítulo es como una especie de cuento que puede leerse independientemente, y que van del terror crudo a la fantasía oscura. Barron hace eco a muchas tradiciones literarias y puede resultar desconcertante para un lector poco conocedor del género. Aunque todos coinciden que la historia que sucede en México es la mejor parte de todo el libro.

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De der. a izq: Sheridan Le Fanu, Henry James, H.P: Lovecraft, Stephen King y Laird Barron.

 

Cinco libros que leer si te gusta… la novela histórica

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Si eres de las personas a las que le gusta conocer la historia mediante la ficción estamos seguros que te apasionan las grandes gestas de la Roma antigua, los desembarcos vikingos en tierra inhóspitas americanas y las vidas de ilustres personajes que desafiaron a su tiempo para dejar huella en la vida. Esta es una recopilación de cinco de las mejores novelas históricas que se han escritor. Como siempre, faltan muchas más.

Yo, Claudio, de Robert Graves.

Además de ser una gran novela es un suceso de ventas desde su publicación en los años treinta. Con muchas ediciones y traducciones es una forma muy accesible e informada de acercarse a la época de esplendor de la Roma antigua. Graves se basó en los escritos de Tácito, Plutarco y las Vidas de los doce césares de Suetonio. Fue tan perfeccionista que incluso tradujo al inglés esta última obra, por lo que nos encontramos no a un novelista promedio, sino un docto historiador que abreva de las fuentes originales para hacer un  gran fresco de la vida durante esas épocas. La novela está escrita en primera persona, de ahí el título. El césar, sabiendo que la muerte está cerca, hace un inventario de su vida en el que nos muestra a su familia y el entorno cercano a él. Centra su narración en la dinastía Julio-Claudia y el Imperio Romano desde el asesinato de Julio César hasta el ascenso de su sobrino Calígula.

 El Médico, de Noah Gordon.

Tomando como base hechos históricos reales, Gordon narra la historia de aprendizaje del humilde inglés Rob J. Cole, quien ve morir a su madre y decide aprender a curar a las personas para que no se repita la tragedia. Esta novela de maduración le sirve al autor para narrarnos las formas sanitarias que se ocupaban en el siglo XI en Europa, además de narrar con gran precisión gran parte de la vida cotidiana en Asia, contraponiendo ambos mundos. En la historia, Cole decide ir a buscar al árabe Ibn Sina, conocido como Avicena por su nombre latinizado, quien dirigía una de las primeras universidades hospitales del mundo en el medio oriente, bajo el resguardo del emir Shams ad-Dawla. Con esta novela Gordon se consagró y comenzó una saga muy exitosa.

Perfidia, de James Ellroy.

Aunque está relacionado directamente con la literatura policiaca, Ellroy sitúa sus historias en el pasado y siempre alrededor de su ciudad natal, Los Ángeles. Perfidia toma su nombre de un bolero mexicano muy de boga en los años cuarenta. El asesinato de una familia japonesa afincada en la costa oeste norteamericana le da pie para contarnos la locura prebélica luego del ataque a Pearl Harbor. Usando varios personajes, Ellroy teje una postal realista del ambiente en que vivía Estados Unidos antes de unirse oficialmente a la guerra. La novela echa mano de cientos de fuentes y de datos que nos hacen entender cómo el deseo de guerra debe alimentarse antes de iniciar cualquier conflicto.

La columna de hierro, de Taylor Caldwell.

Otro éxito de ventas y sin lugar a dudas la novela más conocida de la escritora inglesa afincada en Estados Unidos, Taylor Cadwell. Esta es una biografía novelada de Marco Tulio Cicerón, el gran abogado romano de los últimos tiempos de la República. El libro inicia poco antes de su nacimiento. Así, sabremos que fue educado como un patricio, sin serlo y también conoceremos a su protector, Julio César y a Lucio Sergio Catilina, su más grande enemigo. Pese a que muchos han desestimado la precisión histórica de esta novela, la historia se decanta más por un posicionamiento político: los peligros del totalitarismo. Dedicada en su momento al presidente norteamericano John F. Kennedy, la novela no ha perdido su vigencia y frescura.

Espartaco, de Howard Fast.

Novela clásica del género histórico que retoma el pasado para hablar del presente. Fast se centra en la rebelión de esclavos acontecida en la República Romana del siglo I antes de Cristo, encabezada por Espartaco para hacer una épica de la libertad personal, cuestionar la legitimidad del poder y los casos en que la violencia puede tener cabida para cuestionar un régimen. Fasta hace uso de su pluma para ir más allá de la precisión histórica y mostrarnos grandes personajes con una profundidad psicológica que muchas veces se hace a un lado en este tipo de libros.

Otras novelas históricas que merecen mención: Sajones, vikingos y normandos de Bernard Cornwell, Los pilares de la Tierra de Ken Follett , Sinuhé, el egipcio de Mika Waltari, La Última Legión de Valerio Massimo Manfredi y Corazón de piedra verde de Salvador de Madariaga.

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